La sesión critica fue muy útil para ver un proyecto más amplio y prestar más atención a la puesta en práctica de lo que pensamos, y no tener miedo de expresarse.
También fue útil para ver dónde podemos mejorar y fue importante para que una persona con más experiencia puede revisar y hacer críticas constructivas a los proyectos, de acuerdo a su arquitectura de vista.
Un buen proyecto es un proyecto que tiene muchas soluciones, necesidades y requisitos establecidos.
La sesión crítica ha aumentado las formas de darle complejidad a los proyectos. Partiendo de una idea, buscando referencias y estudiando el proyecto en su totalidad, para dar respuestas a todas las posibles situaciones y poder resolver los problemas que le puedan acaecer. Desde los excesos hasta la forma de cada una de sus partes por separado.
No hay que buscar lo típico, pero no por ello copiar y mejorar otros proyectos es algo que temer. Teniendo en cuenta, que en la actualidad todo se puede se puede llegar a construir, por lo que no debemos cortarnos las alas de la imaginación.
También sobresale que hay que tener en cuenta que la forma de expresión ha de avanzar a la misma velocidad que la mente, y por ello hay que aprender a expresar a mano o a ordenador lo que nuestra mente nos pide.
Comentario sesión crítica.
La sesión con Paula Montoya y Nieves Mestre, me sirve para saber de que manera debo plantearme el inicio de un proyecto, y buscar esa complejidad que nos comentaban, además de entender como podría evolucionar, al utilizar parámetros del medio o ajenos, que condicionaran el resultado final.
También me pareció interesante, la propuesta de que pensáramos nuestras tentativas, desde el punto de vista de una persona ajena a la arquitectura, o que fuera especialista en algún parámetro que condiciona el proyecto, e intentar contar nuestro proyecto desde ese punto de vista.
